La alergia es una reacción anormal del organismo humano, que responde en una forma exagerada cuando entra en contacto con una sustancia proveniente del exterior, a la que normalmente los demás individuos no reaccionan. Esta sustancia se conoce como alérgeno.

Esta reacción alérgica puede provocar lagrimeos, picor ocular, enrojecimiento ocular (conjuntivitis), estornudos, congestión nasal, picor y drenaje nasal (pituita o muermo), tos silbidos, ahogo, dificultad para respirar (asma); así como picazón y eczema en la piel.

Se puede ser alérgico a muchas cosas, pero los  causantes más frecuentes, suelen ser los pólenes, los ácaros del polvo domestico, los hongos, los epitelios de los animales domésticos, como son gatos, perros y algunos productos de uso profesional como el látex.

A veces se pueden confundir las alergias con una gripe o con sinusitis o con “catarros frecuentes” (recuerde que un adulto no debe tener más de 2 ó 3 por año, como máximo).

La aparición de los síntomas está muy relacionada con la exposición del agente causante (pólenes en primavera, epitelios de los animales, polvo de los libros y en la habitación, etcétera). Los síntomas más comunes de una persona alérgica son:

1. La nariz se le tapa alternando los dos lados.

2. Al resfriarse lo que más padece son picores, estornudos y en los ojos se nota lagrimeos.

3. La mucosidad que drena es acuosa y transparente.

Para confirmar que se trata de un proceso alérgico y determinar el alérgeno causante de sus molestias, es necesario que acuda a ser visto por un especialista en alergias o alergista.