La dermatitis atópica, algunas veces llamada eczema, es una enfermedad alérgica de la piel que afecta aproximadamente del 1 al 3% de los niños y cerca del 27% de los lactantes nacidos de madres que padecen de una enfermedad alérgica.

La comezón, a veces intensa, es el síntoma característico. Con el tiempo las lesiones tienden a secarse y descamarse y se introduce una infección viral o bacteriana por efecto del rascado. Las lesiones afectadas supurarán.

En los lactantes la dermatitis atópica aparece comúnmente en el rostro y en los pliegues detrás de las orejas, en los codos, detrás de las rodillas y en las nalgas. En los niños y adultos las lesiones son secas y pruríticas y tienden a encontrarse en áreas de sudoración como son delante del codo, detrás de la rodilla, en el cuello, la frente y a veces en las manos. Un examen de sangre para cuantificar anticuerpos circulantes IgE, que se encuentran elevados en el 80% de pacientes con dermatitis atópica, además de exámenes cutáneos de alergia que se pueden hacer. Con los exámenes de alergia en la piel o en la sangre se pueden identificar alimentos o sustancia inhaladas tales como el polvo casero, animales o polen a los cuales el paciente es alérgico, y que pueden ser responsables de las exacerbaciones o irritaciones de las lesiones cutáneas. Si el paciente reacciona de modo importante (negativo) a los alimentos en las pruebas cutáneas, estos alimentos deberán ser eliminados de las dietas.

La comezón puede disminuirse bañándose con agua tibia y usando jabón sin olor, dando palmaditas (no frotando) la piel para secarla parcialmente, y aplicando una crema oleosa inmediatamente.