Pregunta: Estimado doctor Castillo: Mi hija de 4 años tiene asma, la atendía un especialista que me la tenía todo el tiempo en una pompita de esteroides, que la usó durante un año y en ese tiempo no tuvo ningún tipo de problemas respiratorios.

Debido a que una amiga me dijo que su hija también tenía asma y que su médico no le daba tanto medicamento, fui a verlo con mi hija e inmediatamente le paró la pompita de esteroides.

Llevamos ya seis meses de tratamiento con el nuevo médico y mi hija no toma medicinas todos los días, pero estuvo interna una vez por 5 días con un ataque de asma; y también ha tenido que tomar Inflavir en dos ocasiones por cinco días. Actualmente, sin usar los esteroides inhalados todos los días, se encuentra bien, pero me gustaría saber su opinión.

Luisa A.

Respuesta:
Estimada Luisa A.: Varios puntos debemos poner: 1. Mientras su hija estuvo con la pompita de esteroides su asma estaba completamente controlada y podía vivir y disfrutar de una vida normal, mientras que ahora con ese nuevo tratamiento su asma está descontrolada, lo que significa que ni usted ni la niña están teniendo una vida normal.

2. El peor lugar para un paciente asmático es un hospital, no solamente por los peligros de las infecciones nosocomiales, las cuales se obtienen en los hospitales, sino también porque cada vez que un paciente es admitido las posibilidades de que pueda producirse una muerte debido al asma son mayores.

3. En base al peso y edad de su hija, durante la admisión y los dos ataques de asma ella ha recibido, ya sea en forma de Cortisona, Celestamine, Meticorten, Prelone, Inflavir, Prednisona, Solucortef, Solumedrol, etc. aproximadamente de 600 a 700 mg de esteroides, lo cual equivale a 3,500 días diarios de esteroides en pompita o al uso diario de una pompita de esteroides por 10 años. Traducido a la práctica, esto significa que su hija no hubiera tenido que ser admitida ni que sufrir los efectos secundarios de la cantidad de esteroides orales recibidos.

Mi opinión es que definitivamente usted debe regresar al primer médico que le estaba atendiendo para que le siga un tratamiento adecuado y moderno de su asma y su hija y usted puedan llevar una vida normal, sin admisiones a hospitales.